12 de març 2015

L'illa suprema del poeta


VII

Ya que preguntas por el futuro comprende
Que la vida es una rosa quemada
Por el azul del silencio
Por el filo multiusos en el que yace el verso
Hablando a los hombres de la raja
De la herida de la vida que no se cura
Del mal incansable de la vida
En mí los hombres lloran
Y grita un ángel por la noche
Buenas tardes Don Leopoldo, la casa ha sido derruida
Y reina un ángel sobre la nada
Y la nada pastorea el ser
Y tiembla mi flor entre la nada
Mi nardo hecho de terror y del miedo a los cuartos oscuros
A la violeta inmunda que aguarda en el amado sepulcro
Y que reza sólo a la nada con fervor hacia el viento
Que borrará mi ser
Cuando llegue el día
En que brille la ceniza sobre el mundo
Y caigan las palabras sobre las palabras
Y un hombre repita la vida es un animal inmundo
Una conspiración de los muertos
Una estantigua, un clásico del dolor
Un perro ladrando sobre la ruina del Palacio de Buckingham
Que brilla contra el verso y contra la razón
Y que caerá algún día sobre la coronilla del hombre
Que llorará algún día por su isla perdida
Por la isla suprema del poeta
Que es un continente y no una isla
Por eso no preguntes por quién doblan las campanas
Ellas doblan por ti, Hemingway lo dijo, citando a John Donne
Y hablando a los ángeles del revólver sin balas al que se llama poesía

Leopoldo María Panero, Rosa Enferma