«Cada día que pasa estoy más convencida de que un restaurante próspero no es más que un pacto entre comensales y restauradores que comparten las mismas filias y desviaciones. Un baile de enfermos donde cada comensal psicópata puede encontrar una orquesta que toque al son de su misma enfermedad, y bailar.»
Maria Nicolau, a l’article Las patatas sabor jamón no existen (El
País, 18.8.2023)
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