«El sol era como
una enorme moneda de cincuenta centavos que alguien hubiese rociado con
queroseno antes de prenderle fuego con una cerilla y decirme “toma, sostenme
esto mientras voy a por el periódico”, ponerme la moneda en la mano e irse para
nunca volver.»
Richard Brautigan, La pesca
de la trucha en América [traducció de Pablo Álvarez Ellacuría]
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