«De eso se trata, seguramente. De volver
a tratar lo que ya hemos tratado, sabiendo que no lo completaremos nunca,
aunque siempre será posible mejorarlo. De repetir, como alumnos castigados al
fondo de las aulas, caligrafías que perfeccionen las inciertas primeras
caligrafías. Y repetirlas con el tipo de humildad de san Agustín, que descubrió
que uno puede volver a los libros que ha escrito con disciplina, no para
enmendar defectos o imprecisiones, sino más bien para esclarecer, en la medida
de lo posible, el sentido real de lo ya publicado. Y hasta profundizar en ello,
adentrarse cada vez más en lo que creíamos ya conocer y a cada momento
descubrimos que nos es más desconocido.»
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada