13 de novembre 2020

El tigre



EL TIGRE

 

Hay un tigre en la casa

que desgarra por dentro al que lo mira.

Y sólo tiene zarpas para el que lo espía,

y sólo puede herir por dentro,

y es enorme:

más largo y más pesado

que otros gatos gordos

y carniceros pestíferos

de su especie,

y pierde la cabeza con facilidad,

huele la sangre aun a través del vidrio,

percibe el miedo desde la cocina

y a pesar de las puertas más robustas.

Suele crecer de noche:

coloca su cabeza de tiranosaurio

en una cama

y el hocico le cuelga

más allá de las colchas.

Su lomo, entonces, se aprieta en el pasillo,

de muro a muro,

y sólo alcanzo el baño a rastras, contra el techo,

como a través de un túnel

de lodo y miel.

 

No miro nunca la colmena solar,

los renegridos panales del crimen

de sus ojos,

los crisoles de saliva emponzoñada

de sus fauces.

 

Ni siquiera lo huelo,

para que no me mate.

 

Pero sé claramente

que hay un inmenso tigre encerrado

en todo esto.

 

Eduardo Lizalde, Un trigre en la casa