08 de juliol 2011

La gloria


«Se puede pasar perfectamente por este mundo sin haber escrito Hamlet ni haber asesinado a nadie. Deberías resignarte sabiendo que Shakespeare y Jack el Destripador compartían contigo la mayor parte de las sensaciones diarias. Ambos sentían el mismo alivio al soplarse los sabañones, se creían inmortales cuando en el juego su naipe se repetía por tercera vez, se deprimían si no encontraban a un gran personaje o a una buena víctima, en las noches de calor estiraban la pierna hacia la parte fresca de las sábanas como haces tú, y era también igual para ellos el sabor de los arenques, el amor a la cerveza y el miedo a la muerte, y si los dos fueron genios en lo suyo, te servirá de consuelo saber que Shakespeare tiene algunos versos muy malos y acabó siendo prestamista, mientras Jack el Destripador también dio algunas cuchilladas poco certeras y una vez salvó a una niña de morir ahogada.»

Manuel Vicent, de l’article La gloria (El País, 22-7-2001)