12 de març 2013

Editorials independents



«Las proezas de estas editoriales independientes apenas son noticia. El ruido mediático prefiere ocuparse de la muerte del libro (de la que algunas luminarias parecen haberse alegrado antes de tiempo) y del avance del libro digital (en realidad tan menguante que están haciendo el ridículo los profetas de las nuevas tecnologías), pero no presta atención a la batalla de ciertas librerías y editoriales en su lucha por evitar la incultura que se nos va cayendo encima. A ese vacío cultural nos llevan, entre otros, algunos editores manejados por directivos que extraen peregrinas teorías de lo que los lectores quieren consumir (ver artículo de Malcolm Otero Barral en Letras libres de este febrero) y deciden, por ejemplo, que ahora toca leer thrillers lapones porque pueden parecer suecos. “A Kafka no le publicarían hoy en día”, acaba de decir el histórico editor André Schiffrin en Le Nouvel Observateur. A tanta calamidad habría que añadir que quienes propagan que se ha perdido la paciencia para la lectura pausada e inteligente son solo en realidad unos conocidos zoquetes que nunca leyeron nada.»

Enrique Vila-Matas, a l’article O’Brien sigue vivo (El País, 19.02.2013)