25 d’abril 2007

Sant Jordi: rosas, libros y farsa

Que un día originalmente dedicado a la literatura y a las rosas, esto es, a la civilización, a la sensibilidad, al amor, al goce de callejear, acabe siendo un ránquing de los libros más vendidos, un autobombo mediático de sus propios predadores y todo lo que ello comporta, no deja de ser, a mi parecer, folclore de lo más rancio.

Para más inri, en un día de carácter festivo pero laborable, los únicos que realmente no trabajan son los políticos, como siempre, dedicados a dejarse ver, prestándose a espectáculos lamentables, como siempre, incluyendo lecturas públicas ¿Qué pretenden? En fin, otro brindis al sol, fotos para la galería de monstruos, perogrulladas en tazas de chocolate caliente.

Sant Jordi ya no mata al dragón. El dragón es chino y se come a Sant Jordi. La mercadotecnia fagocita a su vez a Sant Jordi y la mayoría de libros sólo se compran. Para leer (para pensar) no hay tiempo. El estrés se come a la lectura y los libros se utilizan para calzar las puertas en días ventosos. Las letras se las lleva el viento. Sant Jordi pasa de todo, se vende la armadura, monta a la princesa en su brioso corcel y se largan muy lejos. Se alojan en un motel, hacen el amor durante toda la noche y al día siguiente compran algún libro y se regalan rosas. Sant Jordi reniega de Sant Jordi.

19 d’abril 2007

Historias perversas (4)


Mísia va en tren. Mísia se masturba tendida en la litera del coche cama, mientras las luces nocturnas se suceden incesantes en el techo del vagón y atraviesan sus párpados cerrados. Su fantasía no se concreta esta vez en un hombre sin rostro. Tal vez sea el traqueteo, el ritmo regular al que se adaptan sus caricias; tal vez el vacío que ha sentido esa misma tarde en el café de la estación, cuando se ha sabido tan lejos de todo cuanto la rodea, pero Mísia se imagina en el interior de algo cálido y húmedo, de unas fauces provistas de una lengua enorme y sabia que la envuelve, que conoce qué debe hacer y cómo y cuándo. Mísia goza, se estremece, se deja acunar; en su mente sólo habita el ruido del tren, la cadencia veloz de las luces, el crescendo del placer que no se detiene, las sucesivas oleadas de éxtasis. Mísia se olvida de Mísia.

18 d’abril 2007

Historias perversas (3)


El día que sintió que su vida se estaba convirtiendo en un abrigo tejido con el plomo de todas las rutinas, decidió cambiar. Abandonó el hogar y con su exiguo equipaje embarcó y cruzó el océano. Allí descubrió la soledad absoluta, los horizontes vacíos, la crueldad intrínseca del sueño americano, la desesperación, el tatuaje de la degradación y la pobreza, las gasolineras abandonadas. Supo también de la facilidad para adquirir armas de fuego, se hizo con un par de ellas, robó un viejo Chevrolet El Camino y se dedicó a asaltar y asesinar en carreteras secundarias hasta que un día fue abatido por la ley. Mientras se desangraba y sentía la carretera ardiendo en su mejilla, alcanzó a pensar en el viejo abrigo pero no lo echó de menos. Después cerró los ojos.

17 d’abril 2007

Cosas que me sacan de quicio (2)


Los tópicos me producen sarna, grima, halitosis. No puedo evitarlo. Y este mundo en vías de putrefacción, esta sociedad enferma de evaluación y autoafirmación consumista, miedosa de hacer las preguntas adecuadas, hipnotizada por la prisa y lo catódico, es una gran elaboradora de tópicos. Uno de ellos, tal vez de los más repugnantes, es el que se refiere a lo macroeconómico. Cuando la especulación es una actividad legal ¿qué podemos esperar? Sin ir más lejos, ayer, el presidente español hablaba del buen momento económico que atraviesa el país ¿Cabe mayor cinismo? ¿Significa que la calidad de vida de la población asalariada ha mejorado significativamente? ¿Cree que los mileuristas son personajes de ficción? ¿Para quién coño gobierna? Es lo de siempre. El poder, sus discursos vacíos en la lejanía. Da igual el gobernante o sobre qué gobierne. Hay que reconocer que el sistema es cada vez más perfecto. Estamos globalizados. La mierda se desparrama por igual sobre todos nosotros.

16 d’abril 2007

Cosas que me sacan de quicio (1)


Papás y mamás del mundo, dejad de pegarme la brasa con la maravillosa experiencia de la maternidad y la paternidad. Abandonad ese proselitismo que os sienta tan mal. No tengo nada en contra, incluso puedo echar un vistazo a vuestros vástagos sin experimentar excesivo repeluz. Respeto vuestra opción, como no puede ser de otro modo, pero respetad la mía y la de los que son como yo. Los tópicos son siempre repugnantes, y decir que me estoy perdiendo una gran experiencia vital es decir poco o nada ¿Y la que os perdéis vosotros? No voy a caer en vuestros mismos errores y, por tanto, no abundaré en la experiencia que supone enfrentarse a esta vida (la única que tenemos) sin las excusas morales de la familia, los hijos y la esperanza en un mundo mejor y todo ese montón de mierda. Y, por favor, en restaurantes, reuniones y demás eventos donde todos no son como vosotros, dejad de comentar los precios de papillas, las anécdotas infantiles y las variedades de pañales. Os juro que es aburridísimo. Parece que os estéis convenciendo de algo de lo que no estáis demasiado seguros. Mal de muchos, consuelo de tontos.

11 d’abril 2007

Historias perversas (2)


De pronto decidían disfrazarse; él de chulo, ella de prostituta. Luego frecuentaban bares sórdidos y solían hacer el amor en callejones putrefactos. Les gustaba ser observados en la distancia por ojos desesperados. El deseo se mezclaba con oleadas de adrenalina. También solían hacerse algunas fotografías obscenas cerca de cubos de basura y muros desconchados. Una madrugada un taxista creyó disparar contra un cruel proxeneta. Ella casi consigue arrancarle los ojos a mordiscos.

05 d’abril 2007

Historias perversas (1)


Siempre había querido experimentar. Su vida se sucedía en extraños maridajes con sustancias, personas en el límite de la locura, objetos encontrados y libros, siempre libros. Llegó el momento de la desesperación cuando oyó el diagnóstico. Decidió quitarse la vida, pero antes hizo el amor con su vecina, después la asesinó dulcemente, la troceó en la bañera y se preparó un estofado delicioso. Mientras la paladeaba, mientras sabía que la sobredosis de barbitúricos le esperaba con la copa de brandy y el café, pensó en la efímera notoriedad que le esperaba, en la idea de la muerte y la trascendencia. Tomó un poco de pan y mojó en la salsa.

03 d’abril 2007

CSI infantil


Paseo cámara en ristre y descubro esto entre dos contenedores. No puedo evitar el paralelismo con una escena del crimen. Contabilizo tres cadáveres: algo parecido a un simio de color anaranjado, un tigre enano y a la Rana Gustavo. El simio con claras muestras de haber sido atropellado. La Rana con signos de estrangulación. Entre los cadáveres, objetos que pueden aportarnos datos para la conjetura: una cuna y un tiovivo en miniatura, un catálogo de Ikea, ropa en una bolsa, correspondencia.

Sin más datos disponibles, aventuro una historia de celos. La Rana Gustavo, acompañado de su asistente personal, el tigre enano, va a Ikea para redecorar su vida. Allí el simio los ve. Siente todo el odio del mundo, puesto que fue rechazado en el mismo cásting que encumbró al batracio a la fama internacional. El simio pierde el control, no puede evitar sentir toda la rabia acumulada durante tantos años. Los secuestra y los lleva a su domicilio. Para demostrar a Gustavo que va en serio, asesina a su asistente. Luego, tras explicarle que su fama es injusta y que él se ha visto relegado al anonimato por su culpa, estrangula a la rana, otrora dicharachera. Cuando se dispone a abandonar los cadáveres en un contenedor, en una bolsa gigante donde ha metido también restos de basura, es atropellado y muere. Alguna versión más?

02 d’abril 2007

Sota la llum d’aquest febrer


Només desequilibri:
aquesta voluntat
de deixar el crit a la butxaca.

Les deixalles perennes
ens miren amb mamelles d’odi
són renecs de marbre
en un nínxol pixat
retalls de quiròfan
rera els ulls.

No hi ha herois:
el destí tremola
amb paciència de cròtal.