26 d’octubre 2012

Columnes elèctriques



MEMORIA

Tan sólo recuerdas
el aire verde entre las hojas de los avellanos,
la mano pellizcando la alegría
de ser niño siempre,
una tarde y otra,
pues el tiempo no existía todavía y la muerte

- la muerte era una columna eléctrica
donde se posaban, solemnes, los pájaros.

Xuan Bello, La vida perdida