10 de febrer 2016

No descansar mai


«El pianista Aldo Ciccolini le confesó al periodista Philippe Cassard, sólo unos meses antes de morir, que él había trabajado siempre; era su forma de descansar. “Nunca me voy de vacaciones. Para ir al otro extremo del mundo y acabar encontrando un piano que no me gusta, prefiero quedarme en casa”, decía. Las vacaciones pueden adquirir infinitas formas. Recuerdo que en Smoke, de Paul Auster, Aggie Wren regenta un estanco, y todos los días, durante cinco minutos, se toma un descanso, y sale a la calle a hacer una fotografía. Siempre es la misma foto, en la esquina de la calle 3 con la Séptima Avenida, en Brooklyn. Tiene un proyecto. “Por eso nunca me voy de vacaciones. Debo estar ahí siempre. Cada mañana en el mismo sitio a la misma hora”. »

Juan Tallón, a l’article Adiós a las vacaciones (El País, 28.08.2015)