12 de març 2007

La lucidez de los escombros


“Mi misión es matar el tiempo y la de éste matarme a su vez. Se está bien entre asesinos” Cioran

Cioran siempre es un puñetazo en la boca del estómago, una mirada despiadada. Es un agitador de cerebros. Cualquiera de sus obras es recomendable, pero tengo cierta predilección por “Silogismos de la Amargura”.

Las visiones negativas pueden parecer fáciles, en algún momento alguien pudiera acusar a los pesimistas del gusto por el revolcón con las propias miserias, disfrutando del estúpido e inútil trago de la autocompasión. No se trata de eso. En absoluto. Es algo mucho más parecido a la decepción. Apuesto por la mirada serena y cargada de lucidez. Es un ejercicio de riesgo, sin asideros, al borde del abismo del absurdo, que nos permite realizar un análisis frío como una autopsia. Un proceso de aceptación sin dramas, pero también sin certidumbres.

Pese a la decepción crónica, no obstante, hay también momentos cargados de luz y que nos reconcilian, aunque sea por un breve espacio de tiempo, con este planeta en vías de putrefacción. Este fin de semana he tenido el privilegio de vivir algunos. Todo un lujo.

1 comentari:

Anònim ha dit...

El món és lleig, brut i fa pudor.