07 de març 2007

Lágrimas de cocodrilo putrefacto


Hoy lloran incluso las señales de tráfico ¿Qué queda del optimismo, de la ciencia ficción, de todas las utopías que fueron? Es una pregunta inútil, como todas las preguntas retóricas. Inútil como el orgullo, los tópicos o un sofrito sin sal. Roberto Bolaño quería titular uno de sus libros “Tormenta de mierda” y al final no pudo ser. Un título muy adecuado para los tiempos que corren, donde los que deberían ser por lo menos prudentes, ya que representan, dicen, a la ciudadanía, se arrastran entre la basura para conseguir y perpetuarse en la poltrona a las órdenes de los de siempre. Eso sí, los precios de primer mundo y las grandes corporaciones dando cifras obscenas de beneficios años tras año. Por supuesto, los servicios y los sueldos cada vez más cercanos a la burla, al chiste malo, al cinismo insultante. Y los medios prestando atención a la pirotecnia y sin aportar casi nada al pensamiento crítico. Me repugna ese insulto constante a la inteligencia. Ya lo dijo Charles Bukowski hablando de la presunta democracia norteamericana, con una frase que cobra cada día más vigencia universal: “Demócratas o republicanos: mierda fría o mierda caliente”.

1 comentari:

El veí de dalt ha dit...

Merda de dretes o merda d'esquerres, merda igualment.

El veí