“No estoy bien. Estoy a mil jodidas millas de estar bien” Marselus Wallace (Pulp Fiction)
"He visto cantidad de mierda en mi vida... pero esto!" Jules (Pulp Fiction)
Las campañas electorales son como una sobredosis de laxante. No soporto la procesión incesante de promesas durante semanas, sin duda antesala de cuatro años de amnesia. Me repugna el trato imbécil al que se somete a la ciudadanía, el triste espectáculo de los mítines, la lamentable escenificación de la sonrisa vacua, el beso a los niños y todo ese montón de basura que se acumula en mi buzón. El otro día leía una entrevista con el fotógrafo Oriol Maspons. Decía: “La nueva dictadura que ha nacido de la democracia, ser políticamente correcto, me provoca ser incorrecto”. Exactamente. No hay ningún deber moral para con los que manipulan el lenguaje y crean nuevos prejuicios cuando se suponía que habíamos superado el trauma judeocristiano. Es sencillísimo. Les aterroriza el pensamiento crítico y hacen lo posible para erradicarlo, quizás por ello cambian el sistema educativo con la misma frecuencia con la que se suceden los golpes de estado en cualquier república bananera. Que no cuenten conmigo.
Las campañas electorales son como una sobredosis de laxante. No soporto la procesión incesante de promesas durante semanas, sin duda antesala de cuatro años de amnesia. Me repugna el trato imbécil al que se somete a la ciudadanía, el triste espectáculo de los mítines, la lamentable escenificación de la sonrisa vacua, el beso a los niños y todo ese montón de basura que se acumula en mi buzón. El otro día leía una entrevista con el fotógrafo Oriol Maspons. Decía: “La nueva dictadura que ha nacido de la democracia, ser políticamente correcto, me provoca ser incorrecto”. Exactamente. No hay ningún deber moral para con los que manipulan el lenguaje y crean nuevos prejuicios cuando se suponía que habíamos superado el trauma judeocristiano. Es sencillísimo. Les aterroriza el pensamiento crítico y hacen lo posible para erradicarlo, quizás por ello cambian el sistema educativo con la misma frecuencia con la que se suceden los golpes de estado en cualquier república bananera. Que no cuenten conmigo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada