15 de maig 2007

Mundos paralelos


Paseo por el mercado de abastos de Reinosa (Cantabria). La mayoría de puestos siempre cerrados por razones que no entiendo. Un abandono limpio y esmerado, como si se hubiera soltado una bomba de neutrones en Suiza. Cierta inquietud. Como las ensoñaciones o las imágenes de duermevela que nos asaltan antes de que el sueño nos derrote. Mundos paralelos a los que nos enfrentamos los enfermos de imaginación incontrolable. Las luces casi en blanco y negro, tranvías que nos huyen, una mujer extranjera esquiva y a la vez próxima pero eternamente inasible. Sueños. Bares de penumbra en hoteles de caoba, camareros sin cara y ascensores que se convierten en una habitación con vistas a ventanas que son espejos. Prostitutas elegantes de voz cromada. Una libreta de espiral de tapas negras donde queremos anotar, pero descubrimos con terror que hemos olvidado cómo hacerlo. Una desazón parecida a un paseo por el mercado de abastos de Reinosa.